Muchas empresas deciden invertir en redes sociales y otros medios sin antes tener claridad en el mensaje a transmitir sobre su propuesta de valor. Por consiguiente, el mensaje se vuelve orientado a su oferta de productos y servicios, lo cual difícilmente genera interés.
Uno debe tener presente que una persona está bombardeada de publicidad en niveles nunca vistos. Se estima que una persona hoy recibe 2,500 veces más información que una persona hace 50 años.
Por consiguiente, el contenido es el rey en las redes sociales y en publicidad no pagada; debe generar curiosidad e interés en tu público objetivo. Busca derivarlo a tu página web, por tratarse de un elemento donde tienes más control sobre la experiencia del interesado. Brinda información de contacto, y trata de capturar su correo entregando a cambio información de utilidad para esta persona.